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Miren que realizo algo nuevo; ¿no lo notan?Núm. 2 (2018)
En cumplimiento de la tarea encomendada, el Observatorio Arquidiocesano de Evangelización presenta el número 2 de la Revista FARO, fruto de un dedicado ejercicio de lectura creyente de la realidad, a cuyo estudio y desarrollo se aplican sus páginas.
Jesús nos retó a “leer los signos de los tiempos”. Y su reto no es tanto tener un conocimiento, una mirada desde las medidas y lo matemáticamente cuantificable -aunque esto forma parte del acercamiento a la realidad-. Se trata de ver la presencia actuante de Dios y la fuerza vivificante de su Reino en medio de la vida de cada creyente, de las comunidades y de la historia. San Juan de la Cruz afirma que el lenguaje de Dios es la experiencia de que Él escribe en nuestras vidas. Leer los signos de los tiempos es mirar con ojos de creyentes cada acontecimiento de la vida y preguntarse: ¿Qué está diciendo Dios a través de esto o aquello? y entrar en un camino de conversión que manifieste la acogida de su actuar y la puesta a su servicio. -
Otear - iluminarNúm. 1 (2017)
En el proceso de construcción del Plan E ha surgido la necesidad de un permanente discernimiento de la realidad para poder descubrir la presencia salvadora del Señor Jesucristo en nuestro mundo, especialmente en las grandes crisis que estamos viviendo, para que nuestra tarea de evangelización no responda a criterios humanos sino que sea un verdadero servicio al amor misericordioso de Dios por su pueblo.
Para garantizar esa tarea, hemos creado un Observatorio que quiere ser la instancia en la que se realice ese discernimiento de la presencia del Señor Jesucristo. A lo largo de estos últimos años, el Observatorio ha auscultado de diversas maneras la realidad y ha producido documentos que quieren condensar el sentido de la realidad. Y ha parecido pertinente reunir, en una revista de forma periódica, esas síntesis para que estén al alcance de todos y nos vayan capacitando para ser todos «escrutadores de los signos de los tiempos».
Ponemos hoy en sus manos el primer ejemplar de la Revista Faro, con la esperanza de que se convierta en un instrumento de apoyo constante a nuestra tarea evangelizadora. Un agradecimiento, por lo tanto, a todos los que han estado al frente de esta tarea y que nos permiten hoy disfrutar de esta riqueza.