
El 9 de mayo de 2024, el papa Francisco presentó la bula de convocación del Jubileo Ordinario del año 2025, titulada «Spes non confundit» («la esperanza no defrauda»). Aquí, además de establecer las fechas de inicio del Jubileo, las acciones sugeridas por el Magisterio para esta celebración y la reflexión que dirige este festejo, Francisco aludió a una expresión: signos de esperanza.
En un primer momento, se podría pensar que el Pontífice definió estos signos y aclaró el modo de vivirlos para llevar a buen término el Jubileo. Sin embargo, no fue así. En el desarrollo de la bula, que si bien se acerca a la Esperanza desde su comprensión como virtud teologal y desde sus fundamentos bíblicos, no se define qué son los signos de la esperanza. ¿Los motivos de no hacerlo? No los conocemos como lectores, pero sí abre el camino para que cada persona que se acerque al documento reflexione sobre estos a partir de algunas sencillas indicaciones que brinda.